Cusco, la joya de los Andes peruanos, es un destino fascinante durante todo el año, pero elegir el momento adecuado para tu visita puede marcar la diferencia en tu experiencia. Cada temporada tiene su encanto, y en este artículo exploraremos las características de cada una para ayudarte a planificar tu viaje ideal.
La temporada seca es considerada la mejor época para visitar Cusco, especialmente si planeas hacer trekking o explorar los sitios arqueológicos. Durante estos meses, el clima es más estable, con días soleados y cielos despejados, ideales para actividades al aire libre. Las temperaturas diurnas son agradables, oscilando entre 18°C y 20°C, aunque las noches pueden ser bastante frías, bajando incluso a 0°C en junio y julio.
¿Por qué visitar en temporada seca?
Si bien es la temporada de lluvias, esta época ofrece un Cusco diferente, más verde y vibrante. Las lluvias suelen ser intermitentes, y muchos viajeros disfrutan de la tranquilidad de explorar sin las multitudes típicas de la temporada seca. Enero y febrero son los meses más lluviosos, lo que puede afectar algunas actividades al aire libre, pero los sitios arqueológicos permanecen accesibles.
Ventajas de viajar en temporada de lluvias:
La mejor época para visitar Cusco depende de tus intereses y prioridades. Si prefieres cielos despejados y un ambiente animado, la temporada seca es ideal. Si buscas tranquilidad, precios accesibles y paisajes verdes, la temporada de lluvias puede sorprenderte.
¿Listo para planificar tu aventura? Cusco te espera con su historia, paisajes y cultura sin igual, ¡en cualquier momento del año!